Viajar no es solo un placer, sino un momento único para aprender y desarrollarnos como personas. Por eso, es muy importante hacerlo junto con nuestros hijos. Se trata de una experiencia inolvidable en muchos sentidos, tanto para nosotros como para ellos.
Descubre todos los beneficios de viajar en familia y empieza a sentir que esta crece a nivel emocional como siempre has soñado.
Cuando viajamos, conocemos otras formas de comportarse y de estar en el mundo. Esto es una oportunidad estupenda para que aprendamos en familia valores universales como el respeto, la empatía y la tolerancia. Hay mil oportunidades de que nuestros hijos aprendan mucho en este tipo de aventuras.
Además, conociendo nuevas culturas, conseguirás que tu hijo no solo aprenda valores, sino también conocimientos de historia, arte o religión. Sin duda, una de las grandes ventajas de viajar en familia es que les ayudará mucho en sus estudios.
Si ves a tu hijo algo aburrido en el cole, llévalo de viaje. Es posible que, a partir de ahora, empiece a sentir más interés por materias que antes no le motivaban. Recuerda que, por cercano que sea el lugar, siempre vais a encontrar costumbres diferentes que seguro les sorprenden. ¿Por dónde puedes empezar? Lo recomendable es comenzar con viajes más cortos para que tu hijo se vaya acostumbrando poco a poco a otros lugares y otras costumbres de manera natural.
Viajar es una estupenda manera de invertir tiempo de calidad con nuestros hijos. Y es que en cada viaje se concentra el tiempo de una manera que ni imaginamos. En una sola semana, por ejemplo, vivimos muchas más experiencias y situaciones que en un año de nuestra vida.
Cuando invertimos tiempo de calidad con nuestros hijos, estamos creando un futuro para ellos llenos de recuerdos positivos y necesarios para desarrollarse y sentirse felices como adultos. Por eso, no dejes atrás experiencias como estas.
Recuerda siempre esto: invertir tiempo y de calidad con los hijos es toda una herencia que le dejas para el día de mañana. Y es que no hay nada como tener en el futuro el mejor de los tesoros: los buenos recuerdos.
Cuando viajamos en familia, tenemos que aprender una gran cantidad de cosas nuevas: a esperar con paciencia en una cola para entrar a algún sitio, a saber que no tenemos todo cuando queremos (por ejemplo, un baño cerca), a estar atentos a la hora de andar por las calles para no perdernos y encontrar el lugar que buscamos. Sin darse cuenta, los niños adquieren una gran cantidad de conocimientos a partir de sus viajes.
¿Quieres sentir que no pierdes la oportunidad de aprender en familia cuando viajas? Aprovecha la más mínima oportunidad para reflexionar sobre diferentes experiencias y para transmitirlas a tus pequeños. ¿Cómo puedes conseguirlo? Para empezar, predicando con el ejemplo, y, en segundo lugar, propiciando conversaciones en familia que lleven a tus objetivos como padre.
Al descubrir otras culturas, adquirimos una gran cantidad de conocimientos que tenemos que pasar por el tamiz de nuestro razonamiento. Nos encontramos muchas situaciones en las que deberemos tomar una actitud crítica.
Por ejemplo, podemos presenciar una situación injusta a nuestros ojos, pero normal en otras zonas del mundo. También visitas monumentos y museos en el que se nos muestran otras culturas que, de primeras, igual no conocemos. Se trata de un momento único para desarrollar nuestro pensamiento crítico.
No dudes en aprovechar todas estas situaciones para hacer reflexionar a tu hijo y desarrollar su pensamiento crítico. Con ello, estarás haciendo de ellos ciudadanos más responsables el día de mañana.
Recuerda que el pensamiento crítico y racional cada vez es más reclamado por pedagogos y especialistas en educación. Tú también puedes poner tu granito de arena en este sentido.
Al viajar, todos estamos más relajados y nos damos cuenta de que somos una piña. Surgen diferentes situaciones en las que descubrimos que debemos estar más unidos que nunca para resolver todos los contratiempos Por eso, todos hacemos un esfuerzo por hacernos entender mejor dentro de la familia y eso, sin darnos cuenta, terminamos por aprenderlo para llevarlo luego a nuestro día a día.
Así es que si tienes problemas de entendimiento mutuo con tus hijos, recuerda que un viaje puede arreglarlo y ayudar a empezar una nueva andadura como familia unida.
Cuando los pequeños salen de su zona de confort y se encuentran lejos de casa, se sienten capaces de muchas cosas; desde subir a un avión hasta tener que escalar una montaña o visitar el desierto, por ejemplo. Estas situaciones logran que la confianza en ellos mismos aumente. Se trata de uno de los mejores legados que les puedes dejar para el día de mañana.
Por eso, es muy importante que viajes en familia, incluso desde que tus hijos son muy pequeños. Harás de ellos personas más seguras hoy y en el futuro cuando sean adultos.
Cuando no estamos en casa ni en el lugar donde se encuentran los que nos conocen y los que nos entienden, nos damos cuenta de que tenemos que poner mucho más de nuestra parte para hacernos entender, para establecer un diálogo con las personas del otro lugar en el que no haya malentendidos. En definitiva, descubrimos que debemos esforzarnos por desarrollar nuestras habilidades emocionales y sociales, lo cual es muy positivo de cara al futuro.
Además, cuando estamos de viaje parece que todos estemos más predispuestos a aprender y, por lo tanto, es una oportunidad única para que los niños adquieran habilidades emocionales y sociales con nuestra ayuda.
Ahora que ya conoces todos los beneficios de viajar en familia, no dejes pasar la oportunidad y alójate en hoteles de alta calidad, como los hoteles Abora by Lopesan Hotels. Empieza a crear un legado lleno de experiencias y enseñanzas que les dejarás a tus hijos para toda la vida.
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