La Fortaleza de Ansite es una de esas rarezas naturales, que alberga las huellas de la cultura aborigen de Gran Canaria, que te va a encantar. Es una sorprendente formación basáltica que consta de una especie de farallón vertical con tres grandes estructuras rocosas. Estas son la Fortaleza Grande, la Fortaleza Chica y la Fortaleza de Abajo o Titana.
Dominando el barranco de Tirajana, no es difícil retrotraerse a escenas pastoriles antiquísimas protagonizadas por los primeros pobladores de la isla. La protección que ofrece su altura y la multitud de cuevas existentes en el entorno avalan la conclusión de que esta maravilla de la naturaleza fue un poblado.
¿Dónde está la Fortaleza de Ansite?
La fortaleza se encuentra en el término municipal de Santa Lucía de Tirajana. Se trata de un pequeño pueblo situado en el centro este de la isla de Gran Canaria, a unos 50 kilómetros de Las Palmas de Gran Canaria. Llegar desde la capital no te llevará más de una hora, y, si estás alojado en el sur de la isla, solo tardarás media hora. Debes dirigirte a Santa Lucía por la carretera GC 550 y, antes de llegar a la localidad, desviarte a la izquierda por la carretera GC 65 en dirección al núcleo urbano de Vecindario. Está bien señalizado y debes seguir las indicaciones hacia La Fortaleza – La Sorrueda.
Historia de la Fortaleza de Ansite
La Fortaleza de Ansite alberga un importante yacimiento arqueológico. Consta de un conjunto de cuevas naturales que fueron utilizadas por los aborígenes canarios desde tiempo inmemorial hasta la conquista de Canarias por el Reino de Castilla en 1483. Son cuevas de habitación, de almacenamiento y de enterramiento, donde se han encontrado valiosos restos cerámicos, pinturas rupestres y antiguos sepulcros. Los hallazgos recientes muestran asentamientos desde hace más de 2000 años.
Su riqueza arqueológica le ha valido al entorno la calificación de bien de interés cultural por el Gobierno de Canarias, máxima figura de protección del patrimonio cultural.
Visitar la Fortaleza de Ansite
El primer roque que te encuentras en Ansite en Gran Canaria es la Fortaleza Grande. Está fortaleza está atravesada por un túnel que comunica la explanada, que hace las veces de aparcamiento, con el área más escarpada y donde se reparten las distintas cuevas.
Al cruzar, se abre el barranco de Tirajana a tus pies y se entiende perfectamente por qué los pobladores antiguos que lo escogieron buscaron su inexpugnabilidad. También porque fue el último bastión de resistencia aborigen ante la presión castellana ordenada por los Reyes Católicos.
El farallón puedes sortearlo si te diriges a la izquierda. A partir de ahí, a distintos niveles, vas a encontrarte con las cuevas. Unas son más accesibles que otras. Al fondo, podrás divisar la Fortaleza Chica.
En la cima de la fortaleza, puedes distinguir lo que se cree que fue una zona de uso ceremonial y de observación astronómica. El acceso es un poco complicado, y, si vas con niños, habría que tener especial cuidado.
Desde la Fortaleza Chica, tienes unas vistas panorámicas excepcionales tanto del barranco como de la Fortaleza Grande. Solamente por eso ya merece la pena haber ido.
Puedes visitar la fortaleza todos los días de la semana menos los lunes. Hay un servicio de visitas guiadas si es tu deseo.
Rutas para visitar la fortaleza
Son varias las rutas tanto de senderismo como de bicicleta que puedes hacer y con las que visitarías la Fortaleza de Ansite. Te mencionamos algunas de ellas:
- Ruta circular desde la presa de La Sorrueda. La bordeas y te diriges hacia Ingenio de Arriba y, luego, a Santa Lucía de Tirajana. Desde ahí, desciende a Ansite y acaba de nuevo en la presa de La Sorrueda.
- Ruta circular desde Santa Lucía de Tirajana. Esta ruta sale del casco urbano de Santa Lucía por el llano de la Piedra, camino del cementerio. De ahí, vas al barrio de La Sorrueda, lo atraviesas y llegas a la Fortaleza Grande siguiendo la carretera. Tienes que subir a la formación rocosa, cruzar una cueva para llegar al otro lado de la montaña y bordear la Fortaleza Chica. Por un camino paralelo a la carretera vuelves al llano de la Piedra y al casco urbano de Santa Lucía.
Leyenda de Ansite en Gran Canaria
Ansite es el símbolo de la resistencia de los aborígenes canarios ante el acoso de las huestes castellanas para conquistar la isla. Nuestra leyenda se sitúa en los primeros meses del año 1483.
Tenesor Semidán era, en esa época, el guanarteme o rey de Gáldar. Tras unos años de enfrentamientos contra los invasores castellanos, en 1482 fue capturado y enviado a la península. Allí, fue recibido por los Reyes Católicos y fue bautizado bajo el nombre de Fernando Guanarteme.
En octubre de ese mismo año, regresó a Gran Canaria. En ese momento, en la isla, grupos de rebeldes liderados por Bentejuí, el guanarteme de Telde, se refugiaron en las cimas para seguir resistiendo. Finalmente, el 29 de abril de 1483 se entrevistó con este líder en la Fortaleza de Ansite, con la princesa Guayarmina y con Tazadre, el faycán de Telde, una especie de consejero y sacerdote.
Guayarmina decidió bajar junto a miembros del grupo rebelde. Mientras, Bentejuí y Tazadre subieron a lo más alto de la fortaleza para despeñarse. Cuenta la leyenda que gritaron Atis Tirma antes de lanzarse al vacío. La traducción es Por ti, tierra.
Aquello supuso el final de la resistencia contra los castellanos. Los Reyes Católicos concedieron a Fernando Guanarteme el derecho a vivir en Gáldar junto a 40 familiares. Sin embargo, en 1490, el grupo había crecido y algunos advirtieron de su peligrosidad. Muchos fueron deportados.
Fernando Guanarteme también ayudó en la conquista de La Palma y Tenerife. De ahí que, para algunas personas, su figura despierte animadversión, porque lo ven como un traidor, y, para otras, sea un héroe conciliador ante la invasión europea inevitable de las islas.
Como puedes ver, este enclave es uno de tantos lugares imperdibles lleno de historia que puedes encontrar en la isla. La fascinante formación de la Fortaleza de Ansite y la riqueza de la flora y la fauna del entorno ya merecen tu visita. Sin embargo, te recomendamos dar un paseo también por la historia.
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